La esperada nominación de Bob Kennedy Jr como responsable del departamento de sanidad -Health and Human Services - en USA, va a representar un antes y un después. Su forma de tratar el problema de sanidad, quitando el mal desde su raíz, puede conseguir un efecto bola de nieve en todo el mundo occidental.

Robert F. Kennedy Jr. manifiesta en sus declaraciones como afrontar el creciente número de enfermedades, y crisis sanitarias que "se trata de abordar la causa de la enfermedad en lugar de simplemente tratar los síntomas". Sin embargo apunta en forma muy clara cual es la causa de la epidemia de enfermedades crónicas: La corrupción. Las agencias de salud con fines de lucro y los cárteles médicos ya no se dedican a la salud pública. Su principal motivación es promover los intereses mercantiles de las compañías farmacéuticas, las compañías de seguros y los sistemas hospitalarios, en lugar de hacer que los ciudadanos sean realmente saludable.
Kennedy ha escrito cinco libros * sobre salud pública, donde expone los graves conflictos de interés en el espacio de la salud pública. Aclara con datos muy esclarecedores que es necesario solventar esto. Después se puede volver a hablar de medicina y ciencia basada en la evidencia.
En una recién entrevista a Top Doctor Magazine denuncia la actual corrupción de las agencias gubernamentales con firmeza y datos concretos : "Cada una de las agencias tiene diferentes factores de corrupción. Por ejemplo, la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) gasta alrededor del cincuenta por ciento de su presupuesto en la industria, principalmente en compañías farmacéuticas. Ese es un conflicto de interés muy dañino donde los líderes de esa agencia y las personas que trabajan para ella están reportando a sus verdaderos jefes dentro de la empresa. Ya no están reportando a los contribuyentes estadounidenses, sino a las compañías farmacéuticas. La Ley Bayh-Dole fue aprobada en 1980 y permitió a científicos individuales y al NIH (Institutos Nacionales de Salud) cobrar regalías por los medicamentos que se supone estan controlando o ayudando a desarrollar. Ahora, la mayoría de los nuevos medicamentos aprobados por la FDA han salido del NIH, pero han pasado de ser el estándar de oro de las agencias de investigación científica a un incubador de nuevos productos farmacéuticos. Esto convierte a los científicos y funcionarios del NIH en socios de la industria farmacéutica. Los conflictos obvios que surgen de ese sistema corrompen su función reguladora ."
Esto convierte a los científicos y funcionarios del NIH en socios de la industria farmacéutica. Los conflictos obvios que surgen de ese sistema corrompen su función reguladora
El nuevo responsable de salud en USA facilita datos claros para quien los desee contrastar :
"Permítanme darles un ejemplo de la vacuna de Moderna. Los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés) poseen el cincuenta por ciento de la misma, y seis científicos de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés) tienen derechos de margen sobre la patente. Esos científicos cobrarán 150.000 dólares al año, para siempre, mientras se venda la vacuna de ARNm. Esos reguladores están pagando sus hipotecas, la educación de sus hijos, los barcos, los automóviles y los pagos de pensiones alimenticias con el dinero de la vacuna de Moderna. Se supone que deben buscar problemas con los productos. Sin embargo, ahora tienen tremendos incentivos financieros individuales para pasar por alto esos problemas y promover el producto, sea o no eficaz o seguro. Eso termina subvirtiendo la salud pública porque los reguladores que se supone que deben protegernos se han convertido en títeres de la industria que se supone que deben regular y, en cambio, se asocian con esas empresas para obtener ganancias."

Claramente los lobbies de las grandes farmacéuticas se extiende practicamente a todos los paises occidentales. No es problema que atañe solo a USA, la corrupción por intereses económicos no tienen fronteras. El problema es realmente grave, ya que hablamos de salud, hablamos de vidas. Sin embargo, y hasta ahora son las compañías farmacéuticas controlan totalmente los comités de salud.
Claramente los lobbies de las grandes farmacéuticas se extiende practicamente a todos los paises occidentales. No es problema que atañe solo a USA, la corrupción por intereses económicos no tienen fronteras.
Esta claro que hay que poner a médicos que cumplen con su juramento hipocrático, y científicos que tengan como misión el bien de la Humanidad. ¿Pero que solución propone Kennedy?
Robert Kennedy también señala la censura de las opiniones disidentes con la narrativa oficial, como parte del problema:
"La censura que se está llevando a cabo en los medios convencionales y en las redes sociales también está impulsada por las ganancias. La mayoría de esas empresas, incluida Facebook, obtienen enormes ingresos de las compañías farmacéuticas cada año. Durante el COVID, pudieron cerrar cualquier discusión sobre alternativas como la ivermectina y la hidroxicloroquina o cualquiera de los productos farmacéuticos reutilizados que demostraron ser efectivos contra el COVID. Debido a esto, el público no oyó hablar de las alternativas y se desanimó a los médicos a utilizarlas. A algunos incluso se les retiró la licencia por recetarlas, todo porque las compañías farmacéuticas en el poder solo querían una solución: la nueva vacuna contra el COVID.
Libros de Roberrt Kennedy Jr.
The Real Anthoni Faucy: Bill Gates, Big Pharma, and the Global War on Democracy
Vacunados, no Vacunados.
Antoni Fauci, Bill Gates, and Big Pharma.

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